Los momentos de crisis y necesidad pueden convertirse en dos cosas: en una oportunidad o en un estancamiento. Queda en cada individuo ver qué camino toma para trascender y alcanzar el éxito. En el mundo del emprendimiento son aquellos quienes aprovechan los momentos de crisis quienes convierten esos escenarios en oportunidades.
Ixhcel Anaya es el claro ejemplo de esta premisa. Pasó de ser una estudiante universitaria con toda clase de problemas económicos a raíz de su embarazo y los problemas de salud de su pequeño a crear una marca de pañales ecológicos que hoy le genera enormes ingresos. Hoy te contaremos la historia de una muchacha que se hizo millonaria gracias a convertir sus problemas en oportunidades de crecimiento.
Inicios
Oriunda de Irapuato (una ciudad ubicada en el estado de Guanajuato a unos 300 kilómetros al noroeste de la capital de México), Ixchel era una niña de orígenes humildes que desde pequeña había soñado con tener su propio negocio. Cuenta ella misma a través de una entrevista que siempre le encantaron las ventas y de hecho conseguía ingresos extra vendiendo dulces para piñatas en la escuela.
Con el tiempo creció y se hizo estudiante de diseño de interiores, pero en el 2009 quedó embarazada con apenas 22 años. Así comenzaron toda clase de problemas y necesidades relacionadas con su embarazo, entre los que destacan los problemas que tuvo su primer hijo Adrián al nacer.
El bebé padecía de dermatitis atópica y los pañales desechables le hacían muchísimo daño al pequeño, causándole terribles erupciones. Esta situación obligaba a la madre a comprar pañales de tela, reutilizables, para evitar las reacciones alérgicas de su bebé.
Junto a su abuela comenzaron a diseñar toda clase de prototipos de pañales que se ajustaran a los gustos de ella y la comodidad del niño, hasta que diseñaron uno que las dejó satisfechas y más importante aún: le brindaban comodidad y salud al pequeño.
Sus amigas se enamoraron también del diseño de los pañales y pronto comenzaron a comprárselos, bien fuera por el cuidado del ambiente, por evitarse el gasto de la compra incesante de pañales desechables o bien por el tipo de piel de sus hijos. La muchacha no tardó en darse cuenta que podría comercializar su idea y obtener buenas ganacias, así que se puso manos a la obra.
Nacía entonces Ecopipo, una marca de pañales reutilizables.
Ecopipo
La idea, sin embargo, no era novedosa. En internet había un montón de marcas tanto estadounidenses como europeas que se dedicaban a la comercialización de este tipo de pañales, sin embargo la calidad que ofrecían no se comparaba a la de sus pañales: hechos a mano y con materiales de alta calidad. Esta diferencia sería crucial para posicionarse en el mercado.
Así, con la ayuda de su esposo y su abuelita pusieron en marcha su emprendimiento. El nombre es una combinación de las palabras “Eco” (en alusión a ecológico) y “Pipo”, el nombre de un osito de peluche que había pasado de generación a generación en su familia.
El crecimiento de la empresa fue vertiginoso. Actualmente tiene ingresos anuales por más de 1.3 millones de dólares y exporta sus productos a países de todo el mundo. La empresa tiene una fábrica en Irapuato que consta de unos 25 empleados que se dedican a fabricar los pañales a mano.
Las empleadas de la pequeña fábrica son habilidosas y trabajan con materiales de alta calidad. Los estándares de calidad de la empresa son altos, puesto que Ixchel se encargó de seleccionar personalmente a las costureras que trabajan en su empresa.
De hecho, la emprendedora reconoce que no fue sencillo conseguir costureras que reunieran las habilidades que ella buscaba. Tales son los estándares de calidad, que Ixchel se esmera porque las mismas reciban la capacitación y entrenamiento adecuados para cumplir con los estándares de calidad.
Esta meticulosidad se debe a que los diseños de Ecopipo necesitan un tipo de costura más delicado que el que la mayoría de trabajadores de la enorme industria textil mexicana manejan. Los pañales se fabrican con una capa exterior impermeable hecha con poliuretano, un interior suave de poliéster y fibras absorbentes fabricadas a base de bambú.
Tal ha sido la necesidad de conseguir a los mejores trabajadores de la industria textil que el padre de Ixchel buscó a la jefa de costureras, María Yolanda Benítez, tocando de puerta en puerta. De hecho, Ixchel afirma que la señora “Yolis” es quien hace realidad sus ideas.
Una de las razones por las cuales Ecopipo tiene semejante posicionamiento en el mercado actualmente es el comercio electrónico. A través del portal de la página (Ecopipo.com) y las redes sociales, pudo llegar a una enorme cartera de clientes. Tal fue el impacto, que en tan solo un año cubría pedidos en todo México y ya enviaba productos a países como Canadá.
La empresa realiza el 90% de sus ventas en su página web y el 20% de esa cifra se exporta a países como Reino Unido, Canadá, España, Alemania, Perú, Argentina, Ecuador y Bélgica.
Ha tenido, sin embargo, problemas para poder comercializar sus productos en la Unión Europea dada las enormes y estrictas regulaciones de esa colisión internacional con respecto a los pañales. Sin embargo Laura Finnegan, encargada de la comercialización de productos ecopipo en la región y tía de Ixchel, ha hecho un trabajo estupendo consiguiendo clientes.
Los pañales ecopipo cuestan unos 18 dólares por unidad y solo se necesitan en promedio unos 20 durante el crecimiento del niño, lo cual los hace muchísimo más rentables que los pañales desechables tradicionales muy a pesar de su precio.
Un niño promedio necesita en promedio unos 6000 pañales desechables antes de aprender a ir al baño, lo cual significa que la inversión es mucho mayor, ello sin considerar el daño al medio ambiente que suponen los desechos.
Los pañales Ecopipo pueden ser utilizados hasta 600 veces, lo que es una alternativa excelente para el ahorro y disminuir la cantidad de basura que se genera al usar pañales desechables tradicionales. Estos pañales no tienen químicos que gelatinicen los líquidos y permitan el paso de aire, causando rozaduras.
Los pañales Ecopipo están hechos bajo un diseño de talla única, pues tienen broches de presión en la parte delantera que facilitan el ajuste a la talla de los niños. Tienen varias líneas tales como recién nacido, todo en uno, natación, nocturnos, tallas especiales, etc.
Ixhcel tiene en la actualidad cuatro niños y sigue trabajando incansable en la expansión de su empresa, como siempre bajo el concepto de la ecología y el ahorro a largo plazo. Esto la hace indudablemente un ejemplo a seguir de superación personal y de aprovechamiento de los momentos difíciles para alcanzar grandes cosas.
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