El ser humano tiene la capacidad de asesinar a otros. Nos gustaría que no fuera así, pero lamentablemente es así. Hombres y mujeres pueden cometer el acto más recriminable de todos: asesinar.
No todos los asesinos tienen la misma naturaleza. Algunos lo hacen por casualidad, cuando una pelea se les escapó de las manos. Otros simplemente obedecían las órdenes, pero sus acciones eran reprochables.
Sin embargo, otros cometen crímenes por placer, satisfacción o ganancia económica. Hay personas que asesinan simplemente por matar, como lo hacen los asesinos en serie. A continuación, repasaremos los casos de los asesinos en serie más famosos.
Los diez asesinos en serie más conocidos de todos los tiempos
Es una triste verdad que los humanos tienen la capacidad de dañar a los demás de las formas más crueles y viles. Muchas personas ponen en peligro la vida de otros miembros de su propia especie, llegando incluso a cometer el acto más condenable: asesinar. Los asesinos en serie han llamado más la atención de los medios y la cultura popular. La definición más común de esto es que son personas que han asesinado an al menos tres personas en diferentes momentos y lugares, mientras permanecían inactivas durante un período de tiempo.
Hasta la década de 1980, el término «asesino en serie» en su forma actual no se utilizó. Antes era común llamarlo «asesino en patrón», «asesino de desconocidos» o «multicidio». El agente y perfilador conductual del FBI Robert K. Ressler popularizó el término al describir el comportamiento de los asesinos como las series de aventuras, que se veían por la tarde en las décadas de 1930 y 1940.
Las series tenían como objetivo obligar a los espectadores a volver al cine cada semana siguiente, ya que cada episodio tenía un final inacabado, una pausa. Ressler comprendió que los asesinos en serie experimentaban lo mismo, que al cometer un homicidio experimentaban una tensión que los mantenía motivados a cometer otro homicidio, uno que se acercaba aún más a sus fantasías o que les sirvió para liberar toda su carga emocional y sexual.
Los asesinos en serie han existido a lo largo de la historia. Desde hace mucho tiempo, los humanos han asesinado a sus compatriotas y, aunque muchos de ellos no tenían idea del concepto, muchos lo han hecho siguiendo los patrones típicos de un asesino en serie. Vamos a ver los diez más famosos.
1. Ted Bundy (1946–1989)
Ted Bundy cometió 30 asesinatos en un lapso de 4 años, del 1974 al 1978, aunque la cantidad de muertes podría haber aumentado. Se sospecha que es responsable de otras 40 desapariciones que aún no han sido solucionadas.
Al menos las que él reconoció como sus víctimas, eran mujeres jóvenes de entre 12 y 22 años, muchas de las cuales eran estudiantes universitarias. Se presentaba como un discapacitado o alguien de mayor rango social, como un político, para engañarlas. Después de matarlas, violarlas y desmembrarlas, Bundy se convierte en uno de los asesinos seriales más horribles del siglo XX. De algunas de sus víctimas, adquirió recuerdos como las cabezas.
Sus primeros años de formación fueron bastante normales. Fue un buen estudiante y obtuvo una licenciatura en Psicología y Derecho. Estos estudios lo llevaron a decidir autodefenderse cuando fue detenido en 1979 por sus atrocidades y, gracias a su carisma, logró retrasar varias veces su ejecución. Sin embargo, la explicación resultó ser difícil para él, y fue asesinado en una silla eléctrica el 24 de enero de 1989, a la edad de 42 años.
2: John Wayne Gacy (1942-1994).
John Wayne Gacy abusó sexualmente. Gacy se ganaba la vida actuando como payaso en fiestas infantiles, lo que lo llevó a la historia de los asesinos seriales como «El payaso asesino». En tales eventos, él mismo había elegido el simpático apodo de «Pogo, el payaso» como su nombre artístico.
En 1968, recibió una sentencia de 10 años de prisión por el asalto sexual a dos jóvenes. Sin embargo, su pena fue reducida a solo 18 meses debido a su buena conducta. Se casó por segunda vez después de salir de la cárcel. La liberación de él fue un grave error, ya que después de seis años de su liberación, fue nuevamente arrestado por un supuesto caso de secuestro.
Después de la investigación, se descubrió que el individuo había secuestrado, violado y asesinado a 33 jóvenes de entre 14 y 21 años, incluyendo autoestopistas, mendigos, gigolós y jóvenes de la zona. En 1978, Gacy admitió los asesinatos a la policía y les indicó dónde encontraron algunos cuerpos. La mayoría de los cuerpos se encontraban en el sótano de su propia casa y, como se quedó sin espacio, comenzó an enterrarlos en el río Des Plaines, cerca de su hogar.
Con 52 años, John Wayne Gacy fue ejecutado el 10 de mayo de 1994 después de haber sido condenado a varias cadenas perpetuas y penas de muerte. Al final, optaron por una inyección mortal.
3: Charles Manson (1934–2017).
Uno de los asesinos seriales más conocidos de todos los tiempos es Charles Manson. Fue el líder de la Familia Manson, una secta que él mismo organizó y cuyos delitos se cometieron principalmente en el estado de California.
Aunque se cree que fue el impulsor de al menos 7 asesinatos más, además de otros delitos como robos y asaltos a mano armada, a Manson se le atribuyen dos muertes en las que su participación fue directa.
Sus homicidios fueron crueles. El incidente más famoso ocurrió en 1969 cuando ingresó a la casa del director Roman Polanski, donde se estaba celebrando una fiesta. En los sucesos, la Familia Manson asesinó a varios amigos del director y a su esposa, la actriz Sharon Tate. Tate tenía 26 años y tenía 8 meses de embarazo.
En 1972, se impuso una sentencia a cadena perpetua contra Charles Manson. La sociedad solicitó su ejecución, pero la pena de muerte fue eliminada del estado de California. A causa de un paro cardíaco y un cáncer de colon, Manson pasó el resto de su vida en la cárcel. Murió el 19 de noviembre de 2017, a los 83 años.
4. Andrei Chikatilo (1936 y 1994).
Andrei Chikatilo, también conocido como «El destripador rojo» y «El carnicero de Rostov», es considerado el asesino en serie más famoso de la historia de la Unión Soviética. Se le atribuye haber perpetrado numerosos delitos, incluyendo los más graves ataques sexuales, homicidios y mutilaciones genitales a mujeres y niños durante el período comprendido entre 1979 y 1990.
Andrei Chikatilo era un niño introvertido, inseguro y acomplejado por su falta de visión. Era particularmente tímido con las mujeres, lo que afectó negativamente sus relaciones amorosas. Después de graduarse como maestro, comenzó a sentirse atraído por niños menores de 12 años y se infiltraba en los dormitorios de las residencias de estudiantes para masturbarse mientras observaba a los niños dormir.
En 1978, comenzó su carrera criminal secuestrando an una niña de nueve años a la que persuadió para ir an una cabaña fuera de la ciudad. Le hizo un arañazo al llegar y obligarla a desvestirse. Chikatilo experimentó una fuerte erección al ver brotar la sangre, lo que cambió todo. A partir de ese momento, sus homicidios estarían marcados por la búsqueda del placer sexual a través de puñaladas, mutilaciones, mordiscos y gritos de terror de sus víctimas.
Andrei Chikatilo ejerció un canibalismo similar al de los animales salvajes. Al arrancar los ojos y pezones de sus víctimas, se sentía feliz. Después de eyacular sobre sus cuerpos, se convirtió en un experto en extraer los úteros de las mujeres y los testículos de los niños, los cuales guardaba como trofeos.
Chikatilo admitió al momento de su arresto haber cometido al menos 56 asesinatos, de los cuales 53 fueron juzgados en abril de 1992. Fue lanzado en 1994.
5. Dorothea Puente (1929–2011)
Dorothea Helen Gray, también conocida como Dorothea Puente, tenía una casa de huéspedes que sería recordada por lo que hizo para ser sentenciada a cadena perpetua, a pesar de su apariencia de tierna abuelita. Durante su adolescencia enfrentó algunos problemas. Se casó por primera vez a los 16 años y adoptó a dos hijas. El proceso se repetiría varias veces, llegando a casarse cuatro veces, dando en adopción a tres niñas y abortando una vez. Gray fue detenida por fraude fiscal y administración de un burdel.
No obstante, la condena a cadena perpetua no comenzó hasta 1982, cuando, en calidad de dueña de su casa de huéspedes, asesinó por sobredosis an una de sus amigas y compañeras de negocios. Trató de persuadir a los oficiales de que se trataba de un suicidio al afirmar que su amiga estaba experimentando una depresión. Poco después, un jubilado llamó a la policía acusando a Dorothea de drogarse y robarle.
Posteriormente, Dorothea asesinó a su nuevo novio y pidió an un amigo que la ayudara a llevar una caja llena de libros pesados a su nuevo hogar. Sin embargo, a mitad del viaje, le pidió a su amigo que se detuviera y volcara todo en un vertedero, diciendo que en realidad solo era basura. Dorothea informó a su familia que estaba enferma y guardó las pensiones de la víctima durante varios meses.
La narración se repetiría repetidamente. Dorothea se mantuvo a cargo de un hostal de terror durante muchos años, donde engañaba, robaba y mataba a los huéspedes más vulnerables. Era particularmente útil para ancianos, discapacitados y exdrogadictos. Su estrategia consistía en dar pastillas para dormir a sus víctimas, asfixiarlas y contratar an otros para enterrarlos en el jardín de su hostal. Como resultado, ese lugar fue apodado «La casa de los horrores» cuando se reveló públicamente lo que había sucedido allí.
6. Jack the Ripper
Jack el destripador es probablemente el asesino serial más famoso de la historia, aunque no sabemos quién fue, cuándo nació o cuándo falleció. Además, no sabemos si era hombre o mujer, aunque siempre se ha sugerido que era varón. Su renombre es tan grande que se han hecho numerosas obras escritas y cinematográficas inspiradas en él.
Se dice que en 1888 cometió asesinatos en Whitechapel, en Londres. La mayoría de sus víctimas eran mujeres que trabajaban como prostitutas. A pesar de los intentos de la policía de Londres, no se logró identificar al responsable, a pesar de que se identificaron a más de 100 hombres como sospechosos.
Lo llamamos Jack el destripador porque firmó con ese pseudónimo en una de las tres cartas que se le atribuyen. Además, es importante destacar que Jack el destripador se hizo famoso debido a su cruel manera de asesinar y mutilar a sus víctimas, lo que llevó a sospechar a los investigadores de la época de que podría tener habilidades en carnicería o medicina.
7. El asesino del Zodiaco
Otro asesino desconocido se encuentra en esta lista. Entre 1968 y 1969, The Zodiac Killer, también conocido como Zodiac Killer, actuó en California. Él mismo admitió haber matado a 37 personas en una carta presuntamente de su autoría, aunque se le atribuyen 7 víctimas, 4 hombres y 3 mujeres. Sus víctimas eran generalmente parejas.
Desde el inicio de la investigación, la policía ha identificado a varios sospechosos. Uno de los más famosos fue Arthur Leigh Allen, aunque después de un examen de su ADN y el encontrado en las cartas, fue eliminado debido a que no coincidían. No se sabe con certeza si esos asesinatos fueron cometidos por una sola persona, sino por varias, ya fueran seguidores o imitadores del asesino original.
Cuando Leigh Allen falleció a los 90 años en 2004, el caso quedó inactivo. Se decidió cerrar el caso porque todo indicaba que nunca se sabría quién era este famoso asesino serial. Sin embargo, debido a la presión social para descubrir quién fue el asesino del Zodiaco, el caso fue reabierto en 2007.
8. Jeffrey Dahmer (1960-1994).
Jeffrey Lionel Dahmer, también conocido como «el carnicero de Milwaukee», fue un asesino serial estadounidense cuyas víctimas fueron jóvenes. Los atraía mediante el pago de dinero a cambio de tomarles fotografías, tener relaciones sexuales o acceder a material pornográfico con ellos. Entre 1978 y 1991, perpetraba asesinatos en contra de 17 hombres, a quienes asesinaba antes de violar y desmembrar. Dahmer admitió haber devorado an otras víctimas.
Se cree que algunas de sus víctimas lograron huir, pero solo una consiguió llegar a la policía. La policía llegó al hogar de Dahmer y encontró una creación aterradora que le valió el apodo del carnicero de Milwaukee: los restos amputados de sus víctimas unidos entre sí en una obra de arte macabra hecha de carne humana.
Después de ser arrestado por la policía y haber confesado sus homicidios, informó a los investigadores que su intención era asegurarse de que las víctimas lo acompañaran. Quería que aquellos con quienes permanecía fueran sus sirvientes y obedecieran todas sus órdenes.
Al estar encarcelado, no se le permitía interactuar con otros presos para protegerlo de posibles ataques, ya que ya tenía una mala reputación en la comunidad presidiaria. Sin embargo, él mismo solicitó tener contacto con otros reclusos y, cuando lo logró, todo parecía ir bien, e incluso hacía tareas en compañía de otros. Sin embargo, un día tuvo una pelea con uno de los encarcelados y ambos resultaron gravemente heridos. Christopher Scarver, otro encarcelado, admitió haberlo asesinado.
9. Richard Ramirez (1960 y 2013)
Entre 1984 y 1985, Ricardo Leyva Ramírez Muñoz, conocido como «El acosador nocturno», cometió asesinatos en la ciudad de Los Ángeles. En sus primeros delitos, solo cometía golpes y violaciones, pero más tarde sus comportamientos se volvieron más sádicos, lo que se debió a su afiliación con el satanismo. Se le atribuyen 14 muertes, individuos que murieron sin distinción de sexo, edad o raza.
Una de las víctimas pudo contactar a la policía y explicar que Ramírez se había ido de la ciudad y que su esposo había sido asesinado. Inmediatamente comenzó a buscarlo y capturarlo, cubriendo toda la ciudad con su rostro. Al regresar, no se dio cuenta de que estaba siendo buscado en una ciudad llena de fotografías con su rostro y fue linchado por la multitud.
La gente de Los Ángeles quería ver a Ramírez muerto, así que cuando llegó la policía, lo hizo no solo para detenerlo, sino también para evitar que muriera a golpes. En 1989 se determinó que era culpable y se le impuso una sentencia de muerte, sin embargo, nunca se llevó a cabo la ejecución. Con 53 años, falleció el 7 de junio de 2013 debido an una insuficiencia hepática.
10. Peter Kürten (1883 y 1931).
Peter Kürten fue un asesino serial y agresor sexual alemán que actuó en 1929. Sus acciones incluían violar, matar y degollar a sus víctimas. Después de ser arrestado, admitió haber tomado la sangre de sus víctimas en algún momento, lo que lo convirtió en «El vampiro de Düsseldorf».
El 24 de mayo de 1930, fue detenido por acusaciones de 9 asesinatos y 7 intentos. Se le declaró culpable de todos estos delitos y se trató de evitar que su sentencia fuera reducida alegando que tenía problemas mentales. Finalmente, fue decapitado el 2 de julio de 1931.
Si su trayectoria de vida fue inestable, también lo es cuando fallece. Después de que se le cortara la cabeza, solicitó que los verdugos permanecieran en silencio durante un momento, ya que deseaba escuchar cómo su propia sangre caía en el suelo. Su cabeza fue disecada y momificada después de su ejecución; actualmente está expuesta en un museo en Wisconsin, Estados Unidos.
